La carne de vacuno jóven es un alimento completo. además resulta esencial para una dieta sana y equilibrada, destacándose por su elevado contenido proteico.

Las proteínas cárnicas son de muy alta digestibilidad y gran valor biológico, ya que aportan aminoácidos esenciales que son necesarios para funciones vitales, como el crecimiento y también la reparación de los tejidos de nuestro organismo.

Con sólo 100 gramos de carne de vacuno jóven tenemos cubierto el 48 % de las necesidades diarias de proteínas para mantenernos saludables.

Este alimento es rico en vitaminas del grupo B: como la tiamina y riboflavina que son necesarias para el buen funcionamiento del sistema nervioso; la niacina, por su parte, ayuda al mantenimiento del crecimiento orgánico; la B5 y la B6 en el metabolismo de los carbohidratos y proteínas; y la B12 en la producción de hematíes.

En cuanto al aporte de minerales, se destaca por su alto contenido en fósforo, que estimula el desarrollo intelectual y que junto con el calcio son necesarios en la formación de huesos y dientes.

También tiene magnesio que es necesario para el funcionamiento orgánico así como lo es el hierro para evitar las anemias.